Marionettes

Tras realizar una majestuosa reverencia sus extremidades inician un baile grotesco que hace las delicias de pequeños y mayores. Las risas y los aplausos se suceden sin solución de continuidad y las marionetas no ven la hora de que todo ese esperpento toque a su fin.

—No os angustiéis, —les habla exhausto el marionetista una vez acabada la función—, pronto cortaré los hilos y dejaréis de hacer estos absurdos movimientos y estas ridículas voces. Actuaréis según vuestro albedrío, amaréis y odiaréis conforme a vuestras pasiones, cometeréis vuestros propios errores, vuestros propios aciertos…

—Sí, papá, pero… ¿quién cortará tus hilos?

 

(Microrrelato finalista del concurso Wonderland de RNE)

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