Profesionalidad

—¡Qué poca puntería! —grita un espectador tras cada intento del lanzador de cuchillos.
El murmullo que sigue a cada provocación es tal que acabaría con los nervios de acero del mejor especialista. El lanzador, aunque visiblemente molesto, trata de hacer oídos sordos, pero tras el séptimo intento ya no puede dominarse.
—¿Acaso usted lo haría mejor?
El espectador no se lo piensa dos veces. Ante el desconcierto general, baja desde las gradas hasta el centro de la pista y le arrebata el último cuchillo.
—¡Apártese y aprenda! —le replica mientras el público contiene la respiración—. ¡Uno y al corazón!

 

(Microrrelato finalista del concurso Wonderland de RNE)

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